El gobierno como empresa

He leído en redes que hay gente que piensa que el gobierno es como una empresa a gran escala, y por tanto si hay una persona que sabe gestionar una empresa (con miras a la gestión privada), entonces va a poder manejar un país. Creo que este argumento es erróneo. Y creo que una consecuencia de ello es que un empresario exitoso puede adjudicar éxito en el sector privado y utilizarlo para postularse a un cargo público (o hasta a la presidencia, como hemos visto en recientes años).

Quiero hablar sobre dos ideas en específico:

  • un buen empresario no es un buen presidente
  • hay amplias diferencias entre la empresa privada y el sector público

Voy a hablar de ellas en ese orden, y al final voy a dejar un pensamiento sobre el más o menos reciente “terruqueo” en el Perú, el cual básicamente es un Red Scare de la era de McCarthy pero al estilo perucho: con harto ají y limón.

El fracaso del empresario (un “hombre de éxito”) presidente

Ejemplo clarísimo: Donald Trump. No es dificil mantener la economía neoimperialista de Estados Unidos a flote, y no quiero venir a hablar de si el gobierno de Trump fue exitoso o no económicamente, porque el crecimiento de la economía nunca es un fin en sí, sino una herramienta para lograr el desarrollo humano. Quiero hablar de las graves consecuencias sociales que ha tenido un gobierno como el suyo:

Retrocesos en la lucha por los derechos humanos

de este artículo rescato:

… no se va a permitir que cualquier persona con disforia de género que esté tomando hormonas o que ya haya transicionado se enliste. Además, cualquier persona sirviendo en las FF.AA que haya sido diagnosticada con disforia de género después de esta fecha va a tener que servir bajo el géneroque se le asignó al nacer, y se le prohibirá tomar hormonas u obtener cirugía de reaformación de género.

Retrocesos en la lucha contra el calentamiento global

División del pueblo estadounidense

Pero quizá Trump es muy extremo. Todos conocemos las consecuencias de su gobierno. Vamos a algo más local: latinoamérica.

Mauricio Macri, ingeniero y presidente del Boca Juniors del 1994 al 2007, pidió un préstamo al FMI que causó un endeudamiento insostenible, además de un ciclo más de la ya endémica inflación argentina:

Sus errores fueron más que todo económicos (un tema especialmente sensible en Argentina), por lo que quizá no ilustre el punto que hice arriba sobre que la economía no es un fin de por sí.

Quizá el candidato de la ultraderecha brasileño, Jair Bolsonaro, es un mejor ejemplo.

Y una más de la respuesta de Bolsonaro ante el CoVID 19:

Esto sí me preocupa un poco más: el crecimiento relativamente estable de la economía brasileña (en parte debido a la gestión económica de Dilma Rousseff) no se ha utilizado para crear prosperidad y desarrollo social, sino para exactamente lo opuesto. Esto me parece raro porque es un objetivo de la ONU al 2030: el 8 en específico:

Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos

Y copio una de las metas:

8.8. Proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios

Quizá necesitamos algo mucho más local, quizá algo dentro del Perú…

O quizá mejor en su versión trifecta:

No quiero decir que los gobiernos de empresarios o personas con éxito en lo privado siempre van a fracasar o que los empresarios son malos. Quiero dejar claro que hay una enorme diferencia entre los objetivos de la gestión privada y la gestión pública que a veces no queremos notar. Vemos una persona que ha logrado tener éxito en lo económico y nos proyectamos, pensamos que nosotros podemos ser como esa personas si dejamos que él o ella haga lo mismo que hizo en su empresa, pero con nuestro país. Esto me lleva a mi segundo punto:

“Si pudo manejar una empresa, puede manejar un país”

¿Qué diferencias hay entre un país y una empresa? No quiero irme en floro, así que, en sencillo: el objetivo principal de una empresa es ganar dinero. El objetivo principal de un país o un estado es velar por todos y cada uno de sus ciudadanos.

Algo que veo en candidatos “empresarios” es que siempre buscan recortar gastos: fusionar ministerios, recortar subsidios, etc. Evidentemente hay un factor ideológico en ello, pero también un factor empresarial: eliminar gastos para obtener ganancias es una constante meta de una empresa.

Para no hacerla larga, acá unas razones por las que pienso que esta idea de “país como empresa” es errónea:

💡 Un país puede trabajar en pérdidas a propósito.

Con esto me refiero a que, en tiempos de crisis, un país puede perder dinero a propósito para proveer sueldo y trabajo a sus empleados (buscar ejemplos concisos de la industria textil en el periodo posguerra).

Ahora, por ejemplo, con la pandemia y la crisis sanitaria que esta causó, hemos visto despidos masivos en las grandes empresas, las cuales alegaban que no podían sostener la estructura de cadena de pagos (aunque yo creo que esta fue una excusa para acortar su planilla), y en las pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales pagan sus deudas día a día. El estado notó esto y fomentó el plan Reactiva Perú, el cual tenía como objetivo ayudar en especial a las MYPES (medianas y pequeñas empresas).

Esto funcionaría para qué las grandes empresas, las cuales tienen las cadenas de pago más complejas, puedan sostener el empleo de sus trabajadores, ¿no?

💡 Un país es responsable por el cuidado de sus ciudadanos